¿Por qué es importante la seguridad psicológica?

Betina Panick

Life & Executive Coach, Facilitadora y Mentora de Líderes y Equipos, Experta en Neuroliderazgo y Bienestar Organizacional

31 de mayo de 2023

Desde nuestros ancestros Homo sapiens, nuestro cerebro se especializó para garantizar nuestra supervivencia, convirtiéndose en un experto detector de amenazas. Nuestro cerebro, ese órgano complejo y maravilloso responsable de todos nuestros pensamientos, sentimientos, comportamientos y resultados, evolucionó a través de millones de años desarrollando la capacidad de reconocer patrones y señales de peligro para asegurar nuestra seguridad física y emocional. Por esta razón, cada vez que percibimos un estímulo potencialmente peligroso, nuestro cerebro primitivo activa una respuesta de ‘’lucha o huida’’. Cuando esto sucede, se generan en nuestro organismo reacciones neuroquímicas que disparan el mecanismo del estrés y hacen que entremos en ‘’modo supervivencia’’. Hoy no tenemos como nuestros antepasados, animales peligrosos dispuestos a convertirnos en su alimento, pero cuando las amenazas se hacen presentes en nuestras conversaciones, nuestra mente entra en ‘’modo supervivencia’’. Y ante esto se cierra para enfocarse en la activación de mecanismos de defensa, y a partir de ahí dejamos de estar abiertos a la colaboración, a la influencia y al flujo de nuevas ideas.

Frente a esto, ¿cómo puede el líder atenuar activamente las respuestas de amenaza para generar en su entorno un clima de seguridad psicológica, que permita traer calma frente a la incertidumbre y la adversidad?

Para responder a esta pregunta el líder necesita en primer lugar ser consciente de su biología, y comprender que todas las personas estamos naturalmente predispuestas a alejarnos de lo que interpretamos como posibles amenazas e ir tras posibles recompensas.

El Neuroliderazgo permite comprender y hacernos cargo de esta realidad, para así enfocar nuestros esfuerzos hacia el desarrollo de buenas prácticas que favorezcan la creación de ambientes cerebro amigables en que las personas puedan expresar libremente sus pensamientos, donde sientan que pueden disentir sin temor a juicios o a quedar excluidas. Amy Edmondson (catedrática de la Harvard Business School) afirma que ‘’…los líderes que promueven entornos psicológicamente seguros son personas con gran curiosidad e inspiración. Son amables y reflexivos y no tienen una actitud dominante’’. Según Edmondson hay 3 comportamientos fundamentales que el líder debe seguir para crear un ambiente de seguridad psicológica:

  1. Definir el trabajo como un contexto de aprendizaje, donde el resultado no apunte solo a un entregable final, sino que tenga en cuenta el proceso y cuáles serán las posibilidades de mejora para la próxima vez.
  2. Reconocer los propios errores y admitir que no podemos tener siempre todas las respuestas, habilita el espacio y la confianza para que los demás se sientan habilitados a hacer lo mismo.
  3. Mantener viva la curiosidad y formular preguntas que den a todos la oportunidad de opinar y contribuir.

La buena noticia es que desarrollando la confianza en nuestros equipos a través del neuroliderazgo y la seguridad psicológica, podremos contribuir a la construcción de culturas colaborativas donde las personas hablen, aprendan e innoven, reforzando el engagement y potenciando el talento, la agilidad y la innovación.