Uno de los rasgos instintivos que caracteriza al cerebro humano es la necesidad de tener certezas, la ausencia de estas nos pone en “crisis”.
La mayoría de nosotros atravesamos con mayor o menor ansiedad los momentos de incertidumbre y esta pandemia ha puesto esto, más que nunca, en evidencia.
La falta de certeza, activa en nuestro cerebro el sistema de amenaza poniéndonos en modo supervivencia. Nuestro desempeño en este modo se reduce fuertemente, pensamos mal, decidimos mal, porque estamos más propensos a equivocarnos y la creatividad se torna casi inexistente.
La pregunta frente a esto es ¿Cómo hacemos los líderes para crear certeza en un contexto donde ni nosotros mismos la tenemos? ¿Cómo desactivar el modo amenaza de nuestro cerebro, y el de nuestros colaboradores y activar el circuito recompensa cuando la incertidumbre es alta?
PRIORIZANDO CLARIDAD sobre certeza.
Para abordar la falta de predictibilidad los lideres debemos:
- Compartir la mayor cantidad de información posible a nuestro equipo, facilitando el acceso a ella. Todos los open loop drenan nuestra atención y nos ponen en modo amenaza.
- Procurar ser claros y explícitos en torno a las reglas, las expectativas o acciones específicas a futuro.
- Simplificar tareas, hacer los procedimientos más sencillos. Reducir las opciones ayuda, porque al reducir la ambigüedad podemos focalizarnos.
Estas 3 acciones permiten regular nuestras expectativas y ganar una cierta sensación de predictibilidad sobre lo que puede venir.